lunes, 11 de febrero de 2013
Mucho camino por recorrer
Mariama solo tiene 14 años, pero ya está prometida. Dentro de dos días será la ceremonia y está tan asustada que apenas acierta a sonreír. Vive en un pequeño pueblo llamado Sare Yoba en la región de Kolda, al sur de Senegal. Igual que sus vecinas y amigas ha sufrido la mutilación genital femenina. En este país esta práctica está prohibida desde 1999, pero el peso de la tradición es muy fuerte, así que las madres se llevan a las niñas a Gambia o Guinea y aprovechan para practicarles allí la ablación.
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